Serrat, Para La Libertad (1983)
Quizás porque en esta [email protected], tiene que hacer de lo mismo, y agradecer a un simple maestro nacional, de un colegio público, allá por el año 1973/74, me diera clase de Francés y de Literatura.
La clase de Literatura, consistía, en ponernos los discos suyos de vinilo, de Serrat, Paco Ibáñez, Pí de la Serra, Labordeta.. para adentrarnos en lo prohibido en aquella época y más en un Colegio Público. En la clase de francés, siempre estaba presente Paco Ibáñez y su concierto en el Olimpia de París. Ese era mi profesor de Literatura y Francés.. peculiar, pero real.
Nos enseñó, y hablo por todos los que pasamos por sus manos, a reconocer a Manuel y Antonio Machado, a Míguel Hernández, a tantos y tantos otros poetas, prohibidos antes, pero que hoy en día no pierden su vigencia.
En este caso, recuerdo Para La Libertad, de Míguel Hernández, y con música del gran Serrat. La escribió Míguel Hernández, a principios del siglo pasado, pero que en el principio de este, no pierde ni su vigencia, ni su frescura, dura, pero es el presente, el pasado, y casi el futuro, de lo que hay que hacer para conseguir la libertad.
La clase de Literatura, consistía, en ponernos los discos suyos de vinilo, de Serrat, Paco Ibáñez, Pí de la Serra, Labordeta.. para adentrarnos en lo prohibido en aquella época y más en un Colegio Público. En la clase de francés, siempre estaba presente Paco Ibáñez y su concierto en el Olimpia de París. Ese era mi profesor de Literatura y Francés.. peculiar, pero real.
Nos enseñó, y hablo por todos los que pasamos por sus manos, a reconocer a Manuel y Antonio Machado, a Míguel Hernández, a tantos y tantos otros poetas, prohibidos antes, pero que hoy en día no pierden su vigencia.
En este caso, recuerdo Para La Libertad, de Míguel Hernández, y con música del gran Serrat. La escribió Míguel Hernández, a principios del siglo pasado, pero que en el principio de este, no pierde ni su vigencia, ni su frescura, dura, pero es el presente, el pasado, y casi el futuro, de lo que hay que hacer para conseguir la libertad.
Era curioso que en una clase de cerca de 40 alumnos, no se oyera ni una mosca, cuando llegaba la clase de Literatura, ojalá todavía existan profesores, que su metodología de enseñanza, sea a través de la música...
“Para la libertad, sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos como un árbol carnal, generoso y cautivo, voy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño, reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado que retoño porque aún tengo la vida”
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